Insight

Educar, es creer en la perfectibilidad humana, en la capacidad innata de aprender y en el deseo de saber que la anima, en que hay cosas (símbolos, técnicas, valores, memorias, hechos...) que pueden ser sabidos y que merecen serlo, en que los humanos podemos mejorarnos unos a otros por medio del conocimiento. Los pesimistas pueden ser buenos domadores, pero no buenos maestros...

lunes, 21 de mayo de 2012


La universidad que queremos (II). En búsqueda de una mejora contrastada.

El último editorial de Educación Médica del año 2011 (La universidad que queremos (I). La excelencia no se compra, se persigue) argumentaba por qué la universidad debería empeñarse con prioridad absoluta en la mejora de la calidad antes que discursear sobre el tópico de la excelencia.


Estas líneas, con una visión general pero académica, quieren profundizar en qué ha de ser para la universidad, y en particular para las facultades de medicina, la mejora de la calidad.

No es cuestionable que en las últimas décadas la universidad ha experimentado considerables avances: investigación de nivel, nuevos grados y másters, nuevos planes de estudio, nuevas infraestructuras docentes y un profesorado con capacidad contrastada aunque quizá no capacitado completamente para todas las actividades que se le demanda. A pesar de las espinas irritativas del día a día, la universidad, en su globalidad, está mucho mejor que hace 25 años.

Pero, precisamente, esta mejora global puede enmascarar parcelas como la formación de los médicos en las que la mejora no sea sustancial o incluso en las que no se haya producido avance alguno. La intención no es cuestionar si la formación es buena o mala, sino si hay margen de mejora. ¿La universidad puede mejorar la formación de los médicos?, ¿queremos saber si hay o no margen de mejora?

La pregunta es evidentemente retórica, pero la respuesta, al menos si tenemos en cuenta las conductas institucionales, es sorprendente: no ha interesado saber si podemos mejorar. El General Medical Council (GMC) británico, órgano regulador de la formación médica, tiene claro que las medidas a corregir, y por tanto a mejorar, no se generan en la mesa de un despacho sino que surgen del análisis y de la evaluación de la realidad. El instrumento normalizado que utiliza, el Quality Improvement Framework (QIF) [1], permite reflexionar sobre dos cuestiones que deben ser útiles para todos: primero, el control de calidad, y después, la diversidad de actores.

Cualquier programa de control de calidad se basa en un circuito de retroalimentación. Una acción genera un resultado que, al analizarlo o evaluarlo, permite obtener conclusiones para, si procede, introducir mejoras en una nueva acción. La razón fundamental de la mejora de la investigación en los últimos 25 años no ha sido otra que la evaluación de ésta y la razón fundamental de una docencia estancada en modelos clásicos no es otra que la falta de una evaluación y control de calidad. El GMC, después de una task force iniciada hace más de una década y revisada en el 2004-2005, ha estructurado su responsabilidad de ‘regular’ la evaluación y la mejora de la formación de los médicos en el QIF, que se fundamenta y ampara en cinco principios: proportionality, accountability, consistency, transparency y targeting.

La regulación ha de ser ‘proporcional’ sólo cuando sea necesario y en relación al riesgo; ha de ‘rendir cuentas’ justificando las decisiones ante la sociedad; debe estar en relación con los estándares aceptados y, por tanto, ‘coherente’ con ellos; ha de ser de uso y comprensión fáciles, ‘transparente’, para todos los ciudadanos; y debe estar ‘focalizada en un objetivo’, dirigida a un problema y minimizando efectos colaterales.

No es necesario desarrollar esta cuestión dado que el documento del QIF [1] está al alcance de todos los interesados, pero los comentarios precedentes son suficientes para justificar que las sociedades más reputadas en la mejora de la calidad universitaria mantienen y actualizan la evaluación y regulación de la formación universitaria con procedimientos extremadamente exigentes y comprometidos, mientras que los nuestros siguen siendo altamente burocratizados y farragosos.

El QIF nos hace reflexionar sobre una segunda cuestión. Además de la propia universidad, y en nuestro caso las facultades de medicina, ¿deben participar otros actores en el control y mejora de la calidad? En repetidas ocasiones la universidad ha hecho suya la expresión popular ‘yo me lo guiso, yo me lo como’. No hace muchas semanas, en medios comunes de comunicación hemos visto defender el principio de la autonomía universitaria frente a la interferencia política del consejo social impulsada por supuestos agresores de la universidad. Bien es verdad que al respecto han aflorado muestras de sensibilidad en el último año (no mucho más), en el que las universidades han puesto sobre la mesa supreocupación sobre su gobernanza. Pero ciñéndonos al tema de la búsqueda de una mejora contrastada en la universidad en general y en la formación de los médicos en particular, debemos reclamar al menos la voz de actores institucionales, colegios profesionales, sociedades científicas, pacientes, discentes, organizaciones proveedoras y aseguradoras de atención sanitaria y, por qué no, empresas de diferentes tipos del sector de la salud. El GMC lo dice con pocas palabras: ‘la mejora de la gestión y la calidad de la formación y la práctica médica involucra a diversas organizaciones’. ¿No estaría bien hacerles caso?

Bibliografía / References
1. General Medical Council. Quality Improvement Framework; 2010.
URL: http://www.gmc-uk.org/education/documents.asp.
URL: http://www.gmc-uk.org/Quality_Improvement_Framework.pdf_39623044.pdf.

Arcadi Gual
Director de la Fundación Educación Médica (FEM). Profesor de la Facultad de Medicina de la Universitat de Barcelona.

Educ Med 2012; 15 (1): 1-3

viernes, 20 de abril de 2012

Universidad, universitarios y productividad


El estudio Universidad, universitarios y productividad en España realizado por la Fundación BBVA y el Instituto Valenciano de Investigaciones Económicas (Ivie) indica que los resultados de las universidades son ya muy relevantes para los titulados y para el conjunto de la sociedad, pero podrían ser mayores en cantidad y calidad, podrían obtenerse con menos costes y ser mejor aprovechados por el tejido productivo.

Para lograr esas mejoras los autores señalan doce actuaciones que la Universidad española (y todas) debería llevar a cabo, con el fin de reducir las debilidades y carencias que padece y aprovechar las oportunidades que el desarrollo de la sociedad del conocimiento le ofrece.

1. Autonomía y responsabilidad.
La solución a los problemas de la Universidad requiere más autonomía y mejor encauzada. Es un sector fuertemente regulado y financiado públicamente en su mayor parte, pero gestionado internamente de manera poco sensible a las demandas de la sociedad.

Debería haber una nueva regulación que favoreciera la flexibilidad, la competitividad entre instituciones españolas e internacionales, la estratificación derivada de la calidad de los resultados y la movilidad del profesorado y los estudiantes.

El marco normativo debe promover una gobernanza y una gestión profesionales y eficaces, así como la información pública sobre los resultados que haga la Universidad más transparente y facilite una rendición de cuentas exigente. El gobierno de las universidades debe estar al servicio de la sociedad y en manos de profesionales competentes.

2. Especialización y estratificación de las instituciones.
La complejidad de un sistema universitario desarrollado exige combinaciones de actividades docentes e investigadoras diferentes. La homogeneidad resulta perjudicial para el uso eficiente de los recursos y para impulsar la calidad. La Universidad española saldría reforzada si se distinguiera entre instituciones especializadas en la docencia de grado, la formación de posgrado y la investigación, y la transferencia tecnológica.

3. Excelencia internacional.
La especialización de las universidades debe conducir a que las que tengan capacidad efectiva de estar presentes en la competencia internacional más exigente dispongan del reconocimiento y los recursos para hacerlo, concentrándose en la formación de posgrado y la investigación de mayor impacto.

4. Internacionalización.
El reto de la internacionalización no incumbe solo a las universidades globales sino a todas y en todos sus campos de actuación. El Espacio Europeo de Educación Superior (EEES) y el Espacio Europeo de Investigación (EEI) deben convertirse en referencias obligadas de las estrategias de las universidades para atraer estudiantes e investigadores y promover la movilidad de alumnos y profesores. Todos los instrumentos de gobierno y financiación de las universidades deben contemplar la dimensión internacional.

5. Especialización del profesorado.
La tesis de que todo el profesorado estable realiza actividades docentes e investigación regularmente no responde a la realidad y debe ser revisada. Las universidades deben poder contratar profesorado para realizar distintas proporciones de docencia e investigación en función de la verdadera combinación de actividades de sus departamentos. La garantía de la calidad de los profesionales y su promoción debe plantearse con los criterios adecuados a cada especialización y atendiendo a los resultados.

6. Evaluación de procesos y resultados.
La rendición de cuentas requiere procedimientos adecuados de evaluación de procesos y resultados. Las carencias de criterios e instrumentos para evaluar las actividades docentes son muy amplias. Dada la importancia decisiva de las mismas esas carencias tienen que ser corregidas porque sin esos apoyos instrumentales la actividad formativa no puede ser adecuadamente gestionada.

7. Sistemas de información.
El gobierno y la dirección de las universidades, la evaluación de las mismas y la rendición de cuentas requieren sistemas de información idóneos, mucho más desarrollados que los actuales y basados en indicadores adecuados y datos fiables y actualizados.

8. Sistemas de financiación.
Para impulsar los cambios, el papel más importante de las Administraciones Públicas es definir con ambición los sistemas de financiación. Su papel es que las universidades trabajen con horizontes temporales adecuados y respondan a incentivos potentes que las orienten hacia a la eficiencia y a los resultados docentes, de investigación y transferencia, en función de su especialización.

9. Incentivos al empleo estable.
El rendimiento del capital humano de los universitarios depende de que logren un empleo estable y ajustado a su preparación y de que desempeñen actividades productivas. Es necesario promover programas de acceso al empleo y de empleo estable de los jóvenes universitarios. De otro modo, las actuales tasas de paro de los recién titulados mantendrán detenido el proceso de inserción de los jóvenes que han acabado sus estudios al llegar la crisis y su capital humano se depreciará.

10. Incentivos a la investigación aplicada y la transferencia.
El papel de la universidad en la transformación del tejido productivo pasa por reforzar una de sus mayores debilidades: las actividades de investigación aplicada y la transferencia tecnológica. Sin un sistema potente de incentivos económicos y profesionales adecuados, ese impulso no se producirá. Es imprescindible dotar fondos con esa finalidad y contar con las empresas para definir los objetivos y los indicadores adecuados de calidad e impacto de los resultados en este terreno.

11. Formación continua.
La formación continua es clave para el ajuste de la educación inicial de los titulados y las demandas de las empresas en un mundo que cambia rápidamente. Es necesario impulsar decididamente la colaboración entre universidad y empresa en este ámbito porque ofrece muchas oportunidades de mejora de la eficiencia de los procesos de formación iniciales.

12. Emprendimiento.
La mejora de la formación de los emprendedores es clave para el aprovechamiento del capital humano y la intensificación tecnológica de las empresas. Impulsar el cambio del tejido empresarial en esa dirección requiere promover la cultura emprendedora en las universidades y ofrecer una segunda oportunidad de formación superior a los empresarios que no la tuvieron. El desarrollo de programas en ambas direcciones debería ser impulsado mediante la colaboración entre las empresas y las universidades.

martes, 13 de marzo de 2012

Aprender a Aprender 5


Preparación para un examen

Nervios, preocupación, inseguridad, miedo a quedarte en blanco.
¿Sientes todo esto cuando llegan los exámenes? Es normal. Aprobar es importante para ti. Supone la culminación de muchas horas de trabajo y estudio, pero no dejes que esa presión enturbie tus resultados.

Para evitar las sensaciones de angustia y ansiedad, debes aprender a preparar tu mente para este tipo de situaciones. Es más sencillo de lo que parece.

Siguiendo unas sencillas pautas podrás reducir la tensión antes de la prueba y evitar que ésta afecte a tu capacidad para razonar, responder y demostrar tus conocimientos.

Debes saber que es cuestión de actitud
Evita preocuparte. Si has estudiado lo suficiente, los motivos que te preocupan están fuera de tu alcance. No puedes saber qué te preguntarán o cómo os evaluará el profesor.
Tienes que ser optimista y confiar en tus posibilidades.

El día antes
- Procura no dedicar el día a estudiar desmesuradamente aquello que aún no has repasado. Así, sólo conseguirás aumentar tu ansiedad y bloquearte mentalmente.
- Levántate a la misma hora de siempre y realiza tus tareas habituales.
- Realizar un poco de ejercicio físico como nadar, jugar un partido de baloncesto o salir a dar un paseo puede ayudarte a relajar tus tensiones
- La noche previa al examen, duerme, al menos, siete horas. Quedarte hasta altas horas estudiando es contraproducente. Si no descansas tu mente, todo tu trabajo se puede ir al traste.

Las horas previas
Si hasta ahora has logrado mantener la calma y una actitud positiva, no lo estropees.
- Intenta llegar temprano al lugar del examen y asegúrate que tienes todo lo que necesitas: lápiz, bolígrafo, tablas, calculadora.
- Procura no hablar de la prueba y de su contenido con tus compañeros de examen. Si ellos están muy nerviosos, esa actitud es contagiosa.
- No intentes comprobar si recuerdas todos los temas. Antes del examen tu mente está en tensión, ya no puedes reforzar tu memoria, así que concéntrate en lo que vas a hacer.
- Evita los sentimientos negativos. Sustitúyelos por otros más positivos como "ya he pasado antes por situaciones parecidas y ha salido bien" o "me he preparado lo suficiente, ya he hecho todo lo que se podía hacer hasta aquí".

Invierte cinco minutos en encontrar un lugar tranquilo para cerrar los ojos y practicar ejercicios de respiración.
- Inspira el aire por la nariz manteniendo la boca cerrada y elevando el abdomen.
- Sujeta el aire durante unos momentos.
- Expira por la boca o nariz muy despacio
- Repítelo varias veces. Cuanto más despacio se produzca la respiración mayor será la sensación relajación.

¿Y ahora, qué?

Tienes el examen delante y parece que nada te suena. Te preguntas, ¿me habré quedado en blanco?

Nada de eso. Tienes un montón de conocimientos acumulados sin organizar. A medida que vayas analizando el examen los irás estructurando poco a poco.

Mantén la calma y recuerda que tu memoria funciona de forma asociativa. La primera idea clave que recuerdes provocará la llegada en cascada de una idea tras otra. Así podrás asociar datos y conocimientos para hacer un examen brillante.

Asegura sacar buen partido:

1. Asegúrate de entender qué se pregunta.
Lee atentamente las instrucciones y las preguntas. Debes comprender cada una de ellas antes de coger el bolígrafo y ponerte a escribir.

En ocasiones los examinadores utilizan una serie de palabras que te pueden hacer dudar de qué se pide realmente.
¿Sabes lo que significa cada una?

Si tienes dudas que te pueden bloquear o llevar por mal camino, no dudes en preguntar al examinador. No es momento de vergüenzas.

2. Organiza tu estrategia.
Ten en cuenta el tiempo del que dispones y distribúyelo correctamente. Reserva unos minutos para repasar las respuestas, revisar la puntuación, los acentos y las posibles faltas de ortografía.

Antes de comenzar elige muy bien el orden de contestación. Comienza por las preguntas que te resulten más fáciles. Así perderás el miedo y ganarás confianza en ti mismo.

3. Organiza tus ideas.
Ordenar las ideas mentalmente te ayudará a realizar una redacción más lógica y coherente.

Escribe un esquema rápido con las ideas que pretendes desarrollar y en qué orden. Redacta cada idea en un párrafo. Las ideas principales tienen que complementarse con las secundarias y los detalles.

Puedes diferenciar en tu redacción diferentes partes:
- Introducción
- Argumentación
- Conclusión
Subrayar lo que quieres destacar dirá mucho a tu favor.

4. Cuida el lenguaje.
Sé conciso y claro. Ni demasiado coloquial, ni demasiado pedante. Utiliza los términos técnicos con propiedad. Si abusas, el profesor notará que estás "sobreactuando".

5. Ve al grano.
No divagues. No pretendas dar la sensación de que sabes mucho por la cantidad de hojas que escribes.

6. La presentación también cuenta
Claridad en la escritura, márgenes, sin borrones, ni tachaduras

Los tachones indican varias cosas de quien lo ha realizado:
- Inseguridad
- Mala organización mental
- Mal método de trabajo
- Poca limpieza

7. Tú a lo tuyo.
Centra tu atención en lo que estás haciendo y olvídate de cómo hacen la prueba los demás.

8. Si te pierdes, asocia.
Si no recuerdas la respuesta adecuada intenta relacionarla con otros contenidos con los que guarde relación.

9. Mejor poco que nada.
Intenta no dejar ninguna pregunta en blanco.

10. Aprende de tus errores.
Para aprender de todas las experiencias lo mejor es que hagas una autoevaluación de cómo te ha ido. Se trata de descubrir los propios errores, no para lamentarse, sino para aprender de ellos.

Reflexiona:
¿Entendiste lo que pedía cada pregunta?
¿Supiste desarrollar las ideas importantes o te perdiste en datos secundarios?
¿Cuidaste el orden de la exposición?

Aprender a Aprender 4

Técnicas de aprendizaje

1. Apuntes:
Son el extracto de las explicaciones de un profesor que toman los alumnos para sí, y que a veces se reproduce para uso de los demás.
Tener unos buenos apuntes no supone copiar todo lo que dice el profesor sino condensar lo más importante de cada clase.
Te ayudará a...
Asimilar mejor los contenidos de una clase, un curso o la conferencia a la que asistes.
Te recomendamos...
Al llegar a casa es conveniente que repases tus apuntes y realices algún resumen o esquema que te permita comprender mejor lo que has anotado y los conceptos que te han explicado.
Si lo dejas demasiado es posible que olvides por qué realizaste.

2. Subrayado:
El objetivo del subrayado es destacar las ideas esenciales de un texto. Para ello, debes realizarlo durante la segunda lectura del texto, marcando las palabras más importantes. Debes resaltar los verbos, adjetivos, nombres y fechas; y evitar remarcar frases largas, artículos, conjunciones o preposiciones.
Al tiempo que subrayas las ideas principales, puedes escribir notas en los márgenes, para luego consultarlas. Eso te ayudará a comprender mejor el contenido y ampliar conocimientos.
Recuerda que el objetivo del subrayado es resaltar lo más importante; si una sola palabra expresa toda una idea bastará con subrayar sólo esa palabra.
Te ayudará a...
Fijar nuestra atención en lo importante.
Elaborar fácilmente resúmenes, fichas y cuadros sinópticos.
Estudiar con más facilidad.
Repasar en menos tiempo.
Te recomendamos...
Subraya los títulos y subtítulos, después las ideas principales.
Subraya sólo aquello que entiendas. No empieces a subrayar hasta que estés seguro de haber comprendido el texto en su totalidad.
Inventa tu propio código de subrayado. Las líneas de colores te ayudarán mucho, así como las flechas o los símbolos en los márgenes del texto.

3. Resumen:
Una de las actividades más importantes y claves dentro del estudio. Se utiliza para sintetizar el contenido de un texto y te facilitará la compresión y el estudio del tema.
Otra técnica muy importante, el subrayado, es fundamental para realizar un buen resumen. Después de subrayar las ideas principales del texto y de conocer lo quiere decir, es momento de tomar una actitud crítica, comprender, asimilar y relacionar las ideas nuevas con nuestros conocimientos anteriores.
Te ayudará a...
Extraer de un texto todo aquello que te interesa saber y desees aprender. Además, en el resumen podrás expresar con tus palabras el sentido del contenido sin dejar de ser fiel al texto original.
Te recomendamos...
Para hacer un buen resumen depende mucho de la comprensión del texto y de las veces que se haya leído. Lee el texto al menos, tres veces: una rápida, otra lenta con subrayado y la última, más pausada con memorización y análisis.
Para dominar esta técnica puedes realizar actividades como:
- Análisis y comentario escrito de textos
- Resúmenes de los mismos, a partir de lo subrayado
- Lecturas detenidas de estos

4. Esquema:
Es una forma de analizar, mentalizar y organizar los contenidos de un texto. Se trata de expresar gráficamente y debidamente jerarquizadas las diferentes ideas del contenido para que sea comprensible de un solo vistazo.
Después de realizar el subrayado y el resumen del texto, el esquema estará constituido por una serie de palabras significativas que te permitirá reconocer la esencia del texto completo.
Al realizar el esquema, es conveniente que expreses las ideas principales a la izquierda y a la derecha las secundarias. Del mismo modo, es conveniente que utilices las mayúsculas para señalar los apartados fundamentales y las minúsculas para los elementos de importancia que hay en ellos.
Hay dos tipos de esquemas:
De llaves o cuadro sinóptico: Útil cuando existen muchas subdivisiones
Ramificado o Diagrama: Facilita ver las relaciones entre diferentes conceptos de forma muy gráfica
Te ayudará a...
Ordenar y organizar conceptos y resaltar la información importante.
Además, un buen esquema te permitirá memorizar de forma visual las ideas principales del contenido que estés estudiando.
Te recomendamos...
Cuando tengas montado el esquema, haz una lectura pausada del resultado junto con el subrayado del texto completo. Es importante comprobar si entiendes todo y si hay conceptos repetidos para eliminarlos del esquema.

5. Cuadro sinóptico:
Es una variante del esquema que se utiliza cuando existen datos muy concretos.
Para hacer un cuadro sinóptico debes tener en cuenta cuál será su forma y su contenido.
Forma: determinada por la utilización del sistema de llaves.
El título del tema debe colocarse en la parte central lateral del cuadro sinóptico, fuera de la llave principal.
Las divisiones y subdivisiones se establecen según su jerarquía, utilizando llaves. Además, puedes resaltarlas con letras de diferente tipo y tamaño.
Contenido: Debe ir de lo general a lo particular.
El tema general se expresa en forma clara y precisa a través del título.
Para los subtítulos, debe emplearse términos o frases cortas con sentido.
Los subtemas se desprenden del tema general e incluyen una breve explicación que incluyen conceptos básicos del contenido.
Te ayudará a...
Ordenar y organizar conceptos y resaltar la información importante.
Además, un buen esquema te permitirá memorizar de forma visual las ideas principales del contenido que estés estudiando.
Te recomendamos...
Para conseguir un buen Cuadro Sinóptico sigue siempre estos tres pasos, son fundamentales:
- Anota las palabras claves o palabras conceptos
- Realiza los recuadros necesarios
- Traza líneas o flechas que unan los conceptos

6. Repetición:
La repetición mental activa es fundamental para consolidar determinados conocimientos en la memoria. Si una vez realizado el estudio activo no te ocupas de su consolidación en tu memoria, prácticamente no será útil.
Realizar esta técnica es sencillo. Utilizando el esquema como guía, puedes repetir, preferentemente en voz alta, el contenido íntegro del texto, consultando lo que no recuerdes bien.
Te ayudará a...
Retener datos muy concretos como fechas, nombres cantidades.
Te recomendamos...
Realizar repeticiones, pero no olvides que debes comprender lo que repites.
Puedes repetir esta operación cuantas veces creas necesario hasta que sientas las ideas bien consolidadas.

7. Repaso:
La técnica del repaso o revisión te permitirá consolidar lo aprendido hasta el momento. El repaso elimina gran parte de las singularidades caprichosas de la memoria, que, en ocasiones, te hará olvidar cosas que creías bien aprendidas.
Te ayudará a...
El repaso además te ayudará a corregir los posibles errores que hayas podido cometer en redacciones, escritos, exámenes.
Te recomendamos...
El repaso con el objetivo de consolidar los contenidos estudiados, debe hacerse de forma gradual. Siempre que te enfrentes a un examen que incluya muchos temas que has ido aprendiendo a lo largo de varios meses, es conveniente que realices repasos diarios, semanales y mensuales.

8. Ficha:
El uso de fichas te permitirá recolectar información, ya sean datos, conceptos o fórmulas, en un pequeño espacio para que después puedas consultarla con facilidad, por lo que el texto que contiene debe ser breve y conciso.
La ficha debe contener:
Encabezamiento: Situado en el extremo superior izquierdo, expresa el tema específico de la ficha.
Tema general: En el extremo superior derecho con mayúsculas.
Contenido: Puede adoptar la forma de cuadro sinóptico o esquema.
Te ayudará a...
El repaso además te ayudará a corregir los posibles errores que hayas podido cometer en redacciones, escritos, exámenes.
Te recomendamos...
El repaso con el objetivo de consolidar los contenidos estudiados, debe hacerse de forma gradual. Siempre que te enfrentes a un examen que incluya muchos temas que has ido aprendiendo a lo largo de varios meses, es conveniente que realices repasos diarios, semanales y mensuales.

9. Búsqueda de información:
Esta técnica se puede desarrollar, principalmente, de dos formas:
Por orden alfabético: Se utiliza para obtener información gramatical o definiciones. Este tipo de búsqueda se puede realizar en diccionarios o enciclopedias.
Por temas: Se realiza para encontrar información completa sobre diversos temas.
¿Cómo buscar?
En la biblioteca las enciclopedias generales suelen estar colocados en el número 0, que corresponde a las obras generales u obras de referencia. Los diccionarios y enciclopedias especializados en un tema concreto, se colocan en el número correspondiente a ese tema (por ej. una enciclopedia de la historia se colocará en el número 9).
En cualquier caso, recuerda que la búsqueda de información no se limita a bibliotecas, diccionarios o enciclopedias. En función de tus necesidades, puedes realizarla en la información de la que ya dispones para encontrar los datos o documentos que precisas en cada momento.
Te ayudará a...
Recopilar información para desarrollar trabajos, aumentar tus conocimientos, o realizar tareas cotidianas como lavar la ropa sin estropearla, hacer algún tipo de reclamación o ayudar a tus hijos a realizar una redacción para clase.
Te recomendamos...
Sin dejar a un lado los libros, no olvides que las enciclopedias multimedia son una gran fuente de información que incluye fotografías, fragmentos de video o grabaciones sonoras.
También puedes encontrar mucha información en Internet a través de las principales herramientas de búsqueda, como buscadores o directorios.

10. Argumentación:
Esta técnica te permitirá defender con una idea o tesis aportando unas razones o argumentos que justifiquen tu postura. Esta capacidad para argumentar correctamente suele ir emparejada con la capacidad de influir sobre las personas.
¿Cómo se organiza una argumentación?
En primer lugar, debes hacer una exposición de tu tesis que debe ser lo más breve y clara posible. El cuerpo de tu argumentación puede ser más extenso y debe contener las razones y argumentos que apoyan tu tesis. Por último, debes presentar una conclusión que reafirme tu tesis, una vez razonada.
Los tipos de argumentación:
La argumentación positiva o prueba: Consiste en presentar argumentos que respalden nuestra postura ante el tema objeto de la argumentación.
La argumentación negativa o refutación: Consiste en aportar argumentos que sirvan para rechazar los argumentos contrarios a nuestra postura.
Te ayudará a...
Exponer tus ideas y argumentar tus opiniones en situaciones cotidianas como una conversación con tus hijos o una discusión en la reunión de la comunidad de vecinos.
Además, te será muy útil para cualquier presentación en público o entrevistas de trabajo.
Te recomendamos...
Es conveniente utilizar diferentes argumentos a la hora de exponer tus ideas. De lo contrario, corres el riesgo de repetirte y resultar poco convincente.
Te proponemos este tipo de argumentos:
- Racionales: se basan en ideas y verdades aceptadas por la sociedad
- De hecho: se basan en pruebas observables
- De ejemplificación: aquellos que se basan en ejemplos concretos
- De autoridad: están basados en la opinión de una persona reconocida

11. Mapas conceptuales:
Permite representar el conocimiento de ideas y asociaciones, de una manera gráfica y sintética.
La construcción de mapas conceptuales te permitirá estimular no sólo la representación del conocimiento, sino también información textual que se organiza jerárquicamente.
El mapa conceptual se construye a partir de varios elementos gráficos. Por un lado, las elipses, y dentro de ellas las palabras o conceptos. Por otro, las líneas, que unen las elipses y sobre ellas las palabras de enlace entre los diferentes conceptos.
Los mapas conceptuales se componen básicamente de tres elementos:
- Concepto: Desde el punto de vista gramatical los conceptos se identifican como nombres, adjetivos y pronombres, los que representan hechos, objetos, ideas, etc.
- Palabras de enlace: Permite establecer los nexos entre los conceptos para ello se pueden utilizar verbos, preposiciones, conjunciones, adverbios.
- Proposición: Fundamental en el mapa es la frase o idea que tiene una significado definido que se construye a partir de dos ó más conceptos unidos por palabras de enlace.
Te ayudará a...
Generar ideas, diseñar una estructura compleja o comunicar ideas complicadas.
Te recomendamos...
Además de utilizar elipses para agrupar las palabras o conceptos claves, puedes utilizar otras formas que te resulten cómodas. Los colores y tipos de letra diferentes te ayudarán a diferenciar conceptos y a evidenciar la relación entre ellos.

12. Role playing:
Es una técnica a través de la cuál se simula una situación que se presenta en la vida real. Al practicar esta técnica debes adoptar el papel de un personaje concreto y crear una situación como si se tratara de la vida real.
El objetivo es imaginar la forma de actuar y las decisiones que tomaría cada uno de los personajes en situaciones diferentes. Después, se trata de actuar como ese personaje en casa uno de los casos.
Te ayudará a...
Ponerte en el lugar de otro persona es muy útil en casos muy concretos como una entrevista de trabajo. Podrás pensar y practicar sobre como te presentarás, qué dirás y cuáles serán tus respuestas. Además, podrás ponerte también en el papel del entrevistador y pensar que le interesará saber y que valorará de tu candidatura.
Te recomendamos...
Lo ideal es practicar el Role Playing en grupo, de forma que cada uno de ellos represente a un personaje diferente.

13. Analizar:
A través de esta técnica podrás hacer distinción y separación de las diferentes partes de un todo, hasta que finalmente puedas llegar a conocer sus principios o elementos.
Se trata de hacer un examen de una situación, un escrito, o de cualquier realidad susceptible de ser analizada.
Te ayudará a...
Resolver situaciones en las que debas tomar decisiones, realizar argumentaciones, conversar, decidir que información es relevante o no a la hora leer un escrito o estudiar un contenido, etc...
Te recomendamos...
El análisis requiere un tiempo y en muchos casos será necesario que pongas en orden tus ideas en un papel.

14. Interpretar:
El objetivo de esta técnica es declarar el sentido de una idea, escrito, contenido o situación determinada.
Se trata de concebir, ordenar o expresar de un modo personal diferentes situaciones que pueden ser entendidas de diferentes modos.

15. Ordenar:
Esta técnica permite colocar objetos, datos o informaciones de acuerdo con un plan o de modo conveniente.

16. Clasificar:
Esta técnica permite colocar objetos, datos o informaciones de acuerdo con un plan o de modo conveniente.

17. Dramatización:
Se trata de representar de forma teatral una situación concreta. El objetivo es exagerar con apariencias dramáticas un momento concreto.